En la partida de Rufea, muy cerca de Lleida pero con toda la paz del entorno rural, encontramos esta casa de 300 m² con un alma muy especial. Por fuera, conserva la esencia de una casa de campo; por dentro, sorprende con un interior moderno, cosmopolita y decorado con mucho gusto, que combina elegancia y calidez.
La cocina, con un toque rústico y acogedor, refleja este equilibrio perfecto entre modernidad y tradición. La parcela principal, de 1.000 m², cuenta con zonas ajardinadas y de ocio, mientras que las dos hectáreas adicionales están destinadas al cultivo o pequeños proyectos agrícolas.
Ideal para familias que valoran un estilo de vida tranquilo, rodeado de naturaleza pero bien acompañados por vecinos y con acceso a un espacio social donde se celebran eventos familiares y comunitarios. Una oportunidad única de vivir con calma, estilo y cercanía.